El calendario romano estaba regido por las fiestas religiosas que se llevaban a cabo durante todo el año para honrar a todas las divinidades de su panteón. En este sentido, una de las más famosas celebraciones que tenían lugar en la Antigua Roma eran las fiestas conocidas como las Matronalias, y que estaban dedicadas a la diosa del parto, de la maternidad y de todas las mujeres por extensión, Juno Lucina (que quiere decir algo así como “Juno, la que trae los niños a la luz”).
El primer día de marzo los romanos celebraban el Dies Natalis Martis (nacimiento del Dios Marte) iniciaban el año, y todo el mes lo dedicaban al Dios Marte y también se celebraba la Matronalia fiesta dedicada a las madres y esposas.
La fiesta de las mujeres tenía su origen en el mítico “rapto de las sabinas”que ocurrió en las Casualias de agosto.
En los orígenes, se creía que la fiesta religiosa había sido establecida por Rómulo durante el primer día del año. Se dice que la fecha escogida para la celebración, está vinculada al templo que se erigió en honor de la Diosa en la colina del Esquilino, en torno al año 268 a.d.C., y muy probablemente también al acuerdo de paz que tuvo lugar entre los romanos y los sabinos tras el rapto de las mujeres de estos por parte de los primeros.
Esto se cree así debido a que, en ese fatídico día para los sabinos, sus mujeres estaban participando en los distintos rituales que tenían lugar en dicho templo. Aunque los pormenores de tales rituales no son conocidos en nuestros días, se sabe que las féminas llevaban el pelo suelto, por el contrario a lo que marcaba el “decoro” romano, que aseguraba que todas las mujeres debían de llevarlo recogido, del mismo modo que tampoco les estaba permitido llevar las ropas atadas o anudadas de ninguna manera, ni usar cinturones.
Por lo que respecta a la intimidad, las mujeres durante las Matronalias recibían regalos de sus maridos e hijas y, los primeros, debían de decir oraciones en honor de sus esposas. Estas, a su vez, elaboraban la comida para sus esclavos, los cuales disfrutaban del día libre.
Tradición de las Matronalias:
Las Matronalias recuerdan la disposición de las mujeres sabinas a evitar el enfrentamiento. La festividad era una forma de conmemorar la paz obtenida por las sabinas entre sus maridos, padres y hermanos, ante sus enemigos.
Los ritos incluían plegarias de los hombres a favor de sus matrimonios y regalos, el marido le regala a la esposa: golosinas, dulces, flores y joyas. Los jóvenes muchachos regalan a sus amantes y novias, las hijas a sus madres, e incluso muchos hombres regalaban a sus esclavas diversos presentes. Los niños participaban de la alegría de los regalos hechos a su madre.
Era un día libre para los esclavos y en muchos hogares las esposas les ofrecían un almuerzo preparado por ellas mismas. El poeta Marcial en tono humorístico llamaba a este festival la “Saturnalia de las mujeres”, pero lo cierto es que en esta celebración las matronas tenían todo el poder.
La Diosa del nacimiento era Juno Lucina era venerada en esta fecha, ya que ayudaba a las mujeres durante el embarazo y el parto. Juno Lucina también era la patrona de las recién casadas y de las mujeres que no tenían descendencia. La celebración se realizaba en el monte Esquilino en Roma.
En el templo de Juno Lucina había un árbol de loto el segundo árbol más antiguo de la ciudad consagrado a Juno.
Por el real decreto de Rex Servio Tulio, cada vez que nacía un niño, los padres debía hacer una ofrenda al templo de Juno Lucina, esta ofrenda solía ser una moneda.
Toda mujer que ese día rendía culto a Juno Lucina tenía la obligación de desatar todos los lazos o nudos de sus vestidos y cabellos, para propiciar un buen parto nada debía de estar atado.
Otra máscara de la Diosa Juno a quien imploraban las nuevas novias y esposas era Juno Capitolio, le pedían que protegiese el matrimonio.
El 2 de mayo se celebraba una Matronalia particular que se parece a la moderna celebración del día de la Madre.
Las Matronalias en la actualidad:
Venerar a la Diosa Juno, en su día, si bien la máscara que se honra es Juno Lucina, un altar bien preparado para hacer las peticiones y al día siguiente dejar las ofrendas resulta un trabajo bien hecho.
La Diosa Juno, es la hipóstasis de la Diosa griega Hera, protectora del hogar y el matrimonio, pero también de la virtud y el pudor.
Juno representa a las mujeres en edad mediana, instruye a las doncellas, propicia los partos seguros y otorga la fertilidad. También es patrona de los nativos del Signo Zodiacal Leo, todos los nativos pueden apelar su ayuda.
Su altar debe componerse por un mantel rojo, estatua de la Diosa, velas amarillas o doradas a cada lado de la imagen. No deben faltar sus animales sagrados: el pavo real y el león.
Las ofrendas que se colocan en el altar luego de hacer las peticiones el día primero: vino tinto semidulce, frutas secas dulces y pasas, ramo de flores. Inciensos dulces.
Un ritual que pueden hacer las mujeres que buscan la maternidad próxima, invocando a Juno, es visitar: sierras, colinas, montañas. Durante el día 4 de marzo, y sentarse en la parte más alta que puedan 10 o 15 minutos, deben ir con faldas largas para tomar la energía de la tierra. Luego de este tiempo, levantarse y e irse sin hablar. Cuando el favor esté cumplido acuérdense de dejarle una ofrenda a la Diosa y no usar ningún tipo de nudo en el cuerpo el día del parto.
Espero les haya gustado.
S’.’A’.’
Fuentes:
Revistas Usal. Imágenes y prácticas religiosas de la sumisión femenina en la Antigua Roma. El culto de “Juno Lucina” y la Fiesta de “Matronalia”.
Un año en la Antigua Roma Néstor F.Marqués
