Diana Lucifera ("Portadora de la Luz Divina") era una de las máscaras de la diosa cazadora, o epíteto de Diana como Luz Celestial de las estrellas y la Luna en lugar de cazadora del bosque.
Tuvo un pico de popularidad con este nombre entre los siglos I y IV d. C., no por casualidad durante el establecimiento del cristianismo más tarde se convertiría en dominante. Por lo tanto, su nombre con el tiempo se asoció con el “Lucifer bíblico”, equiparándola con Lilith, asociándola al carácter orgulloso y rebelde, en contraste de Eva, también se la equipara con Innana, la reina de los Cielos.
Su nombre griego es Artemis Eósforo, la que ayuda a los vivos a alcanzar la Luz de la Sabiduría pero también ayuda a los muertos en su viaje a través de la oscuridad, compartiendo rasgos con Hécate, ambas llevan una antorcha que significa “guía divina”, “luz de la Sabiduría”, “Liderazgo”. En las monedas romanas, Diana Lucífera sostiene una antorcha larga o se encuentra entre dos antorchas, el rasgo de las dos antorchas sugiere que vive entre los luces, dos mundos, lo cual hace pensar que sus momentos de manifestación son entre dos luces “luz del amanecer y la luz de la noche”.
La media luna que lleva en su tiara está asociada al ganado y a los ciclos de fertilidad de la naturaleza, se relaciona con días específicos, en este caso la Luna creciente porque es una Diosa que representa la Juventud. A Diana Lucífera se la invoca al amanecer para trabajos de limpieza, salud, fertilidad y preservar la juventud.
Diana de Poitiers fue devota y gran practicante de diversos rituales de belleza y juventud, se sabe por relatos de sus criadas que la veían conjurar por la mañana sobre el agua fría para luego lavar su rostro y algunas partes de su cuerpo que quería mantener joven a la vista de los demás.
Diana Lucifera aparece en "The Faerie Queene" de Spenser como la hija de Plutón y Proserpina, y es una diosa del orgullo. Los luciferinos modernos la consideran como la máscara femenina del propio Lucifer.
Diana Lucífera, siglo I d.C. fue representada en monedas y estatuas sosteniendo una antorcha larga, tiene una luna creciente como tiara en la cabeza y un imatión gigante que se eleva detrás de ella como los cielos estrellados de la Diosa Nox (Noche).
En todo el Imperio Romano, durante los siglos I a IV d. C., Diana la portadora de la luz era una máscara asociada a los cielos, específicamente a la Luna creciente, por lo tanto relacionado a los aspectos positivos y benéficos de la de esta Diosa, distinta a la otra máscara más conocida como cazadora del bosque, siendo este último su aspecto más feroz e indómito.
Esta característica de la Diosa, aparecer con la primer estrella o ser la Estrella de la Mañana, nos marca el tiempo, lo que inicia y lo que termina pero también significa fin de los problemas, fin de la negatividad. La noche está llena de peligros y entidades relacionadas a la muerte y la oscuridad. La Luz del nuevo día, es capaz de quitar todo lo anterior. Los cristianos que se dedicaron a superponer y sincretizar entendían todo esto y empezaron a festejar los laudes, a dedicarles misas. A comparar a la figura de Cristo con la Estrella de la Mañana. Esto, lo comento para que entiendan que las religiones abrahámicas tomaron muchas celebraciones y acontecimientos de los distintos cultos paganos antiguos.
¿Que tipo de rituales se realizan en nombre de Diana Lucifera?
Todos los relacionados a la juventud eterna, sanar enfermedades congénitas relacionadas a la cuestión hormonal, problemas de fertilidad, erupciones en la piel, problemas relacionados a la edad. Control del peso.
A ella se la invoca al amanecer o cuando nos despertamos, se dicen conjuros sobre el agua recién sacada del grifo, es prohibido usar agua caliente o tibia. Con esta misma agua se hacen lavados, puede ser el rostro el cuello, manos e incluso el pecho.
Color de vela, roja, porque representa la energía y la fuerza, pero también es la sangre.
Color de mantel negro.
Espero que les haya gustado
S’.’A’.’
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