Para los griegos Caronte o Carón era una deidad del inframundo (en griego antiguo Χάρων Khárôn, “brillo intenso”) sirviente del Dios Hades, su tarea era guiar las sombras errantes de los difuntos recientes de un lado a otro del río Aqueronte si tenían un óbolo para pagar el viaje, razón por la que en la Antigua Grecia los cadáveres se enterraban con una moneda bajo la lengua, costumbre importada posteriormente en la Antigua Roma, donde también se veneraba al personaje. Aquellos que no podían pagar tenían que vagar cien años por las riberas del Aqueronte, tiempo después del que Caronte accedía a llevarlos sin cobrar.
Caronte era el hijo de Érebo y Nix. Se le representaba como un anciano flaco y gruñón de ropajes oscuros y con antifaz (o, en ocasiones, como un demonio alado con un martillo doble) que elegía a sus pasajeros entre la muchedumbre que se apilaba en la orilla del Aqueronte, entre aquellos que merecían un entierro adecuado y podían pagar el viaje (entre uno y tres óbolos).
La figura de Caronte era venerada con el propósito de realizar un buen viaje por el más allá, el egregor de guía y juez se equipara a otras deidades como Anubis del Antiguo Egipto. El fallecido siempre iba a acompañado de muchas ofrendas para que tenga con que pagar su viaje y no quede anclado a este plano. Las orillas del ríos Arqueronte son el intermedio de este plano y el otro, quedarse a vagar como alma en pena era algo ninguna de estas culturas quería, sí el descanso eterno.
En la Alta Magia Caronte es una deidad que juzga, a la que se le hacen pedidos de justicia, a la que se le pide permiso para cruzar el portal y poder tener contacto con nuestras generaciones pasadas. Por eso su figura siempre debe estar en vuestro altar negro, aquellos que son profesionales.
Él enseña las artes nigromantes, las medicinas sobre enfermedades incurables. Es quien habla del pasado, presente y futuro puesto que porta el libro donde están escritos los destinos de cada ser vivo en este mundo.
Es una deidad muy justa y sabia es quien decide en las puertas del inframundo aquellos que deberán descansar, aquellos que vagarán sin siquiera entrar al Hades y quienes pueden absolver sus pecados con algún tipo de castigo.
Siempre se lo debe invocar por pedidos justicia o sanación jamás por capricho o envidia.
Caronte en el Altar Negro de Alta Magia:
Sus ofrendas siempre son las más bellas y costosas, cuando se pide que su colaboración en algún tipo de trabajo se le ofrendan rosas rojas, piedras semipreciosas y bebidas blancas como vodka o ron de primera calidad. Todo regalo de valor que reciba el brujo. Inciensos de cono y velas negras.
En el altar negro nunca se colocan monedas o dinero en billete, estando Caronte en el Altar es comprarse un lugar en el cementerio, acorta la vida del Brujo/a.
Caronte es egregor de muerte y en cada cultura este egregor aparece como otra deidad con atributos propios de cada una. En la Edad Media en Europa se lo conoce como "La Muerte", algunos afirmaban que tenía aspecto de mujer otros de hombre con ropajes negros y antiguos, cada religión pagana tiene sus dioses de la Muerte y figuras relacionadas a la parca.
Las Parcas en la tradición Griega, eran hijas de Themis, la diosa de la justicia, cada una tenía la finalidad de cortar ciertos aspectos, no sólo de los hilos de la vida. Hay una en particular que otorga la protección como es el caso de Cheret. Para la cosmovisión griega las Parcas eran emisarias de la Justicia, Orden y equilibrio en el Mundo.
Caronte es la entidad que se corresponde a la Muerte en particular, después hay Dioses de distintas culturas que dirigen el Inframundo y se encargan de dirigir las almas de los fallecidos.
En la tradición Islámica Azreel o Azrael, es el ángel de la Muerte, mientras que para la tradición hebrea el cosechador de Muerte es Samael y en el Apocalipsis cristiano hablan del Angel Exterminador Abaddón. Volviendo a la tradición hebrea, entidad que encarna la Muerte en sí es su hijo Caín, según la tradición Caín es hijo de Samael y no de Adán, que los cultos modernos "Le llaman Qayin Rex Mortis".
Para los Aztecas, su análogo es Mictlantecuhtli, este Dios tiene una esposa con la que gobierna el Mictlán, Mictecacihuatl que luego de la evangelización de México fue sincretizada con la figura de la Santísima Muerte. Mientras que para los Mayas, el Dios de la Muerte es Kimi o Ah Puch.
Espero les haya gustado.
