Epona es una diosa grande e importante, espíritu guardián de los caballos y sus jinetes. Su nombre deriva de Epos, una palabra celta que significa "caballo”. Nunca se la retrata sin su yegua, pero Epona es más que un espíritu que supervisa a los caballos. Ella es una deidad extremadamente compleja que una vez fue ampliamente venerada en toda Europa.
Epona es un espíritu de abundancia y prosperidad, sanidad y muerte. Ella es una Diosa de la paz y la matrona de los soldados. Sus santuarios incorporaron manantiales curativos terapéuticos.
Su imagen tallada aparece varias veces dentro de un antiguo cementerio pagano cerca de lo que hoy es Metz, Francia. Un cementerio con piedras talladas representas a Epona montando su yegua, seguido por un hombre al que ella podría estar conduciendo al más allá.
Los antiguos celtas percibían a los caballos como animales oraculares, más estrechamente sintonizados a la voluntad y deseos de los espíritus que los seres humanos, incluso los chamanes y sacerdotes. Diversos rituales que involucraban a los caballos tenían la intención de revelar los deseos de las deidades. Es probable que Epona haya sido un espíritu oracular. Ella puede ser o no el mismo espíritu que Rhiannon.
Al igual que en prácticamente todas las diosas celtas, existe poca documentación sobre Epona. Se hacen intentos de reconstruir su mito e historia usando evidencia arqueológica. Ella era popular en prácticamente todo el mundo celta antiguo. Soldados romanos la encontraron en la Galia y la adoraron, literalmente. Únicamente para una deidad celta, Epona fue traída a Roma, consagrada, y asignada su propio día oficial de fiesta, indicando su reconocimiento oficial como parte de la religión del estado romano.
Epona fue especialmente popular durante los siglos primero y cuarto CE. Fue venerada por un amplio espectro de la sociedad romano-celta. Epona fue querida por los oficiales de caballería romana que la adoptaron como su propia diosa guardiana. Las legiones romanas llevaron la veneración de Epona por todo el Imperio Romano. Epona fue venerada en Gran Bretaña, Galia, Renania, Norte de África, Roma y tan lejanos como Bulgaria. Su mayor santuario celta estaba en Borgoña, conocido como un centro de crianza de caballos.
Epona no fue identificada con ninguna diosa romana, pero fue incorporada al panteón romano por derecho propio.
Epona es la matrona de los soldados. Ella tiene dominio sobre caballos, burros y mulas. Los que se preocupan por ellos también pueden considerarse bajo el dominio de Epona. Los que abusan de ellos sólo pueden esperar miseria y muerte en la familia pues ella castiga a los maltratadores con mano firme, además deben tener en cuenta que los caballos son portadores de noticias, acompañan a los héroes y los dioses de la primavera de casi todas las culturas pero también tiran los carros fúnebres.
Origen:
Celta
Personas que reciben su auspicio:
Criadores de caballos, adiestradores de caballos, campesinos que cuidan caballos, soldados pertenecientes a caballería y deportistas relacionados a la equitación.
Iconografía:
Epona nunca está representado sin un caballo. Una imagen típica retrata a Epona montando en una yegua. Un potro duerme debajo de su madre, amamanta de su madre, o come de un plato que Epona ofrece. Alternativamente, Epona es retratada sentada entre varios caballos que se le acercan en homenaje, o ella se sienta entre ponis macho y hembra y los alimenta. A veces es retratada como una sirena a caballo.
Atributos:
Una llave, cornucopia, canasta de frutas, el paño que una vez se utiliza tradicionalmente para empezar las carreras de caballos.
Animales sagrados:
Caballos, pero también perros y cuervos
Día sagrado: 18 de diciembre, su fiesta romana
Ofrendas:
Pasteles dulces, frutas frescas y forraje para sus caballos
Espero que les haya gustado
S’.’A’.’
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