Morena (Marena, Morana, Mara) es la diosa del invierno y la muerte, una de las diosas más importantes del panteón eslavo. Se presenta como una mujer hermosa alta con cabellos negros y largos, ó por el contrario, como una vieja encorvada. A veces suele presentarse como una hermosa njoven vestida de blanco, a veces una mujer vestida de negro. Morana era la hermana de Vesna, e hija Lada y Svarog. Morana fue la primera esposa de Chernobog, luego la segunda esposa de Dazhbog, a este ultimo abandona por el dios Kosechei. Morana es adversaria de la Diosa Dazhboga. Con su último consorte Morana tiene doce hijas, son 12 dolencias y la muerte humana: Znobeya, Cherneya, Tryaseya, Lomeya, Skorbeya, Rasslabeya, Pukhleya, Gneteya, Ogneya, Protivna, Prichudnitsa, Stareya y Smerteya (Muerte). Su propósito es atormentar a las personas, sobretodo castigar la falsedad y la injusticia. Aquellos que están con la verdad, viven en armonía con la naturaleza, la pureza de espíritu y honran a sus antepasados, no deben tener miedo a las hijas de Morana. Morena deambula por la nieve, visitaba gente de vez en cuando, aparecía con sus legiones oscuras: los espíritus de la noche y la enfermedad, conocidos como "Peste”. Con ellos, Morana cada mañana trata de tapar y apagar el Sol, pero cada mañana ella se retira ante su radiante poder. Cuando muere el Invierno, las legiones de Morana andan con la cabeza hacia bajo pero continúan deambulando por las noches y susurran los nombres de los habitantes del hogar, aquel que conteste el llamado comienza su partida de este mundo. Morana es una deidad que decide el destino de los habitantes de la casa. Cose y ajusta los hilos en las noches de luna. Mara rompe y confunde el hilo que tejen las Oritnitsys, sobretodo de aquellos que dejaron sin bendición, haciendo que corten el hilo del destino humano. Según la tradición eslava, Morana es dueña las tierras que hay detrás del río “Grosella Negra”, que divide los mundos de Yav y Nav, por donde cruza el puente Kalinov, custodiado por la serpiente de tres cabezas. Se cree que la Gran Diosa Marena tiene los Salones de Hielo en el extremo norte de la Tierra Media, en los que le gusta relajarse después de deambular por Svarga. Cuando la Diosa Marena llega a la Tierra Media, toda la Naturaleza se duerme, descansa y se sumerge en un largo sueño de tres meses. Cuando llega el momento de que las personas de los clanes de la Gran Raza emprendan un largo viaje a lo largo del Camino Dorado, la Diosa Morana da instrucciones a cada persona muerta de acuerdo con su vida terrenal y espiritual sobre qué dirección debe continuar su Camino póstumo, ya sea camino al mundo de Navi o al mundo de la Gloria.
El nombre de Morana está relacionado con palabras como "pestilencia", "pestilencia", "tristeza", "bruma", "muerte". La imagen de Morana en las creencias rusas, se asocia a lo fantasmal. Esta niebla o neblina, surte efecto sobre el destino de las personas, se manifiesta solo en un momento del día, al mediodía o la medianoche una o dos veces en el año. La imagen de Morana refleja el antiguo arquetipo asociado con el mar y la muerte. En la imagen de Morena hay fuerzas opuestas como en la naturaleza, fertilidad y muerte. Su simbología: La luna negra simboliza la oscuridad, la muerte y el anhelo. Sin embargo, la Luna también es elemento de cambio y renacimiento, por esta razón Morana simboliza la transición a una nueva vida que comienza en primavera. Las pilas de cráneos rotos se presenta la muerte y lo efímero de la vida, el paso del tiempo involuntario. La hoz con la que Morena corta los hilos de la vida simboliza la fragilidad de la vida, elemento de corte y destrucción. Al mismo tiempo, la hoz es egregor de fertilidad y la productividad. Es una herramienta de cosecha, trae la abundancia. Pero también representa la cosecha, la planta que muere y es cortada para utilizar su grano. Esto se relaciona con la muerte, la cosecha de almas, porque a Morana también se la considera cosechadora de las almas que ya cumplieron su ciclo al igual que las plantas de trigo que se han secado. Mujer vestida de negro y harapos presenta la melancolía, la enfermedad y el duelo, su otra faceta se presenta como una joven con ropa blanca: juventud, belleza, vida y alegría.
Festividades:
Durante la celebración de Ivan Kupala, por ejemplo, se quema una efigie con el nombre de Morana. A principios de la primavera, todas las mujeres, tanto viejas como jóvenes, salen a los jardines con las escobas en sus manos para alejar al espíritu de Morana, mientras se hace limpiezas espirituales de manera colectiva, donde también se destierra lo que queda del invierno. Cuando Morana se va a sus Salas de Hielo, en el segundo día después del equinoccio de primavera, se produce el despertar de la naturaleza y la vida. En honor a la Diosa Marena, al Norte, la fiesta de Krasnogor, el Día de Maslenitsa-Marena, también se celebra anualmente conocida también la celebración como Carnaval. El día de Morana es el 1° de marzo. Sustituido por el día de Santa María de los Justos. En el calendario popular, la llamaban Maremyana-Kikimora "tuerta", equivalente a la pagana Marena-Marmore-Mare-Kikimore. Hay un dicho recordado en este día: "Subí a Yarilo a la horca en invierno" (invierno, es decir, Morena). Los antiguos eslavos no tenían miedo a la muerte, el invierno no los asustaba con el frío y la muerte de la naturaleza. Por el contrario, sabían y creían que después del sueño en el que la Naturaleza se sumerge durante el invierno, llegará la primavera, que traerá floración, fertilidad y renovación. Por algo en las vacaciones del domingo de despedida, la gente se pide perdón, dejando rencores y errores el año pasado. La muerte también significó la llegada de una nueva vida. Aunque sea un evento triste, es inevitable. Para los eslavos así como para muchas culturas, la muerte no es el final, sino la transición a otro mundo. Y no hay razón para tener miedo de esto. Los pueblos eslavos siempre han estado muy asociados con la naturaleza y la fe, su gente sintió que estaba protegida por poderes superiores. He aquí la fuerza y el poder de los mismos.
MORANA EN LA ALTA MAGIA: Es una deidad que trabaja en general por las noches, es un egregor de artes oscuras. La mujer morena o mujer negra en la magia es egregor de justicia y corte. Pero también es egregor de energía femenina, de fertilidad y juventud. Es como la naturaleza: tierna y amarga a la vez. Todo depende de la intención con la que sea invocada. Con ella se trabaja dos días en el año: 1 de marzo y el 25 de noviembre. Son los días que más fuerza tiene, los profesionales en Alta Magia damos cierre a situaciones y recibimos los encargos más complicados esos días.
Los rituales que se pueden realizar en su nombre van desde quitar enfermedades, alejar y cortar la pobreza, enterrar problemas y desgracias, cortar caminos o abrirlos, conducir las almas en pena hacia la iluminación, quitarse y despojarse de todo lo que a uno no le sirve. Maldiciones y destrucciones, separaciones y alejamientos. Para aquellos que quieren desarrollar la clarividencia y la intuición deben trabajar los ritos de videncia en sus días fuertes. Morana abre el portal hacia el inframundo, nos enseña a trabajar con la necroenergía de los cementerios y nos conecta con el más allá. Se la invoca a través de su sello sagrado, su altar siempre debe ser color negro y no deben faltar las figuras de cráneos e imágenes que presenten la muerte. Tampoco debe faltar un áthame o una hoz de mango negro.
Los colores de velas pueden ser oscuros únicamente: negro o azul. Inciensos fuertes, no deben faltar espigas de trigo, un recipiente con tierra, una copa con vodka y otra con agua.
Quienes pueden trabajar con la Diosa Morana, sólo los profesionales y practicantes experimentados. Los demás sólo pueden limitarse a himnos, alabanzas y ritos de magia eslava popular. Espero que les haya gustado. Sheila Arkana
Fuente: Enciclopedia Electrónica PR. Articulo de : Julia Gyulaeva.
