top of page
fondopagina.png

DIOSA GRIEGA MEDEA:

Según la mitología griega, Medea(del griego Μήδεια), esta hechicera era nieta de Helios, el Dios Sol, e hija de Eates, rey de la Cólquide.

La Cólquide era el lugar en donde permanecía el mítico vellocino de oro. Este era un carnero alado, cuya lana era de hilos de oro. La madre de Medea era la ninfa Idía, hija de Océano, y cuyo nombre significa “ver”.

Fue sacerdotisa de la Diosa Hécate, su alumna predilecta de la Diosa, a quién amaba tanto como si fuera su hija.

Otros relatos cuentan que Medea aprendió las artes de la brujería de su tía Circe. Esta tenía grandes poderes y conocía pócimas mágicas que le permitían convertir a sus enemigos en animales y curar enfermedades gracias a sus conocimientos de hierbas y medicina. Es probable que ella haya tenido varios maestros como sucede hoy en la actualidad con los magos y hechiceros que no sólo aprenden en un mismo lugar sino que su carrera los lleva aprender diversas culturas y consultar muchas fuentes históricas.

El momento en el que el mito de Medea cobra vida es cuando Jasón y los argonautas llegan a la Cólquide, reino del padre de la hechicera, en busca del vellocino de oro. Las Diosas Hera y Atenea protegían a estos expedicionarios y le pidieron a la Diosa Afrodita que les ayudara en su cometido. De manera concreta, le solicitaron que Medea, la hija del rey, se enamorara de Jasón y lo apoyara en sus propósitos.

Afrodita tuvo que convencer a su hijo Eros para que hiciera la tarea. Este estaba reticente, pero su madre le prometió un regalo y entonces aceptó lanzar una de sus flechas directas al corazón de la hechicera. Esta, por supuesto, quedó completamente enamorada de Jasón y no tuvo reparo en ayudarle a cumplir su cometido.

El rey de la Cólquide le prometió a Jasón darle el vellocino de oro, siempre que cumpliera con algunas pruebas. La primera era arar un campo con unos bueyes que exhalaban llamas por sus fauces. Poco después, y con la ayuda de las diosas protectoras, Jasón y Medea se encontraron en el santuario de la Diosa Hécate, en lo profundo del bosque. Allí el héroe le pidió su ayuda y prometió casarse con ella y llevarla consigo a Grecia, su tierra de origen.

Cuenta el mito de Medea que la hechicera le dio a Jasón una pócima que lo hacía invulnerable a las llamas de los bueyes. También le ayudó a vencer a unos soldados surgidos de la nada y a provocarle sueño al dragón que cuidaba el vellocino de oro. Así el héroe pudo cumplir con todas las tareas que le fueron impuestas.

Después la pareja huyó en el famoso navío Argo, en donde, para evitar que su padre los persiguiera, ella mató a su hermano menor, Apsirto, quien estaba en el barco. Lo descuartizó y arrojó los pedazos de su cuerpo al mar, de modo que su padre perdiera tiempo buscando el cuerpo de su hijo y así detuviera la persecución.

De esta manera, lograron llegar a la patria de Jasón, Yolco, y fueron recibidos con grandes festejos. Cuenta el mito de Medea que la pareja contrajo matrimonio y que la hechicera decidió rejuvenecer al padre de Jasón, en agradecimiento porque había cumplido sus promesas. Las hijas de Pelias, hermano del padre de Jasón y quien había sido desplazado del trono por este, quisieron que la hechicera también rejuveneciera a su progenitor.

Medea engañó a las jóvenes y en lugar de concederles el rejuvenecimiento de Pelias, hizo que este muriera. Por este hecho, la pareja fue desterrada a Corinto, en donde fueron recibidos con cordialidad por el rey Creón. Medea y Jasón vivieron felices allí por muchos años y tuvieron dos hijos. Sin embargo, Jasón se enamoró de la hija del rey, Glauce, y empezó a pensar en la manera de deshacerse de su esposa.

Fingiendo que aceptaba el compromiso de Jasón y Glauce, la hechicera le regaló un vestido a la princesa. Según el mito de Medea, cuando la joven se puso el mismo, este se incendió y luego el fuego se propagó al rey y a todo el palacio. Después la bruja mató a sus hijos a sabiendas de que los corintios buscarían represarías contra ella y su estirpe luego del regicidio.

Otra versión del mito narra que los corintios fueron quienes mataron a los hijos de Medea, como castigo por el hechizo que ésta había realizado. Pero, en venganza, la hechicera lanzó una epidemia que fue acabando con todos los niños de la ciudad. Los corintios estuvieron bajo esta maldición hasta que, por consejo del oráculo de Delfos, realizaron sacrificios solemnes a los hijos de Medea y obligaron a los suyos a guardar luto.

Sea cual sea el caso, después del fallecimiento de sus hijos, Medea huye a Atenas, donde fue recibida por el rey Egeo, con quien se casó y tuvo un hijo llamado Medo.

Años después, intrigó para que Teseo, hijo de Egeo, no pudiera acceder al trono y en cambio este le fuera otorgado a su hijo, Medo. El rey se percató de todo y ella tuvo que huir en una nube mágica. Así volvió a la Cólquide, en donde fue perdonada. Dice el mito de Medea que la hechicera es inmortal y vive para siempre en los Campos Elíseos.


La Diosa Medea en la Alta Magia:

Para aquellos que nos dedicamos a la práctica de la brujería como tal, Medea es una intermediaria, entre la Diosa Hécate y los que servimos a las Fuerzas de la Naturaleza. Invocamos su auspicio y pedimos su consejo, al principio no podemos dirigirnos a la Diosa Hécate sin su permiso.

Medea es la Diosa de la Medicina Oculta, la que provee los elixires de sanación para las enfermedades físicas y mentales, conoce los secretos de la inmortalidad pero también podía usar su magia para la destrucción, manipular una guerra, controlaba los elementos de la naturaleza con mucha facilidad. Logró desarrollar en vida la ambrosía que pueden probar y consumir los simples mortales. Medea sirvió a Dioses, Héroes y mortales con sus artes.

¿Quiénes pueden trabajar con la Diosa Medea? Unicamente practicantes y profesionales, Medea es una Diosa muy estricta con un carácter bastante especial, no acepta errores, arrepentimientos con los pedidos, como tampoco engaños. Es una gran Maestra para aquellos que solicitan su auspicio, jamás abandonará y asegurará el éxito en los propósitos pero al primer acto deshonesto en su contra, los castigará.

Altar a la Diosa Medea:

Semillas de amapola, semillas de manzana, miel, vino tinto, piel de serpiente, mantel negro, velas rojas y negras.

Pedidos a la Diosa Medea:

Salud, sanación en todo aspecto, ganar algún asunto, cumplimiento de deseos, venganza y devolución de atenciones, limpiezas.

Espero les haya gustado.

S’.’A’.’



7 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

© 2023 para  Le Cõuleur. Creado con Wix.com

bottom of page