top of page
fondopantalla.jpg
Foto del escritorSheila Arkana

DIOSA SUMERIA ERESHKIGAL:

Según los mitos, el Dios Supremo de los cielos lloró amargamente sobre el mar al no poder encontrar a su hermana, en las aguas habitaba la Diosa Nammu, al mezclarse sus lágrimas con el agua salada nació la Diosa Ereshkigal, la primer reina de los Cielos, hermana mayor de Ishtar(Innana). Su estancia en los cielos duró muy poco fue raptada por el Dragón Kur, medio hermano de la diosa, además de Enki y Enlil.

Este dragón habitaba el inframundo y era uno de los dioses Anunnakis. Luego del rapto los dioses intentaron rescatar e Ereshkigal pero los esfuerzos fueron en vano porque no pudieron traerla de aquel lugar porque nadie, ni hombre, ni espectro, ni dios podía salir del Irkalla. Es así que la Diosa aceptó su destino, se convirtió por propia voluntad en dueña y reina del Inframundo. Haciendo de ese lugar su morada para toda la eternidad.

En esta mitología, Kur fue el primer dragón que existió en la historia de los sumerios, considerado un animal muy importante en aquel entonces. En las tablillas del primer milenio se dice que formaba parte, junto a Tiamat (Diosa dragón que emergía de las aguas, madre de las aguas primordiales mientras que Kur pertenecía a las formaciones rocosas y montañas) el equilibrio del Mundo, formaron la casta de lo que se conoce como los Dioses Antiguos. Se describe como un dragón que escupe fuego y está acompañado de una mujer desnuda que la lleva entre sus alas. Éste provocaba inundaciones hacia la tierra. Se decía que gobernaba el templo de Nippur.

El inframundo para los sumerios, se llamaba Irkalla que significa “mundo inferior o mundo subterráneo”. Constaba de un gran laberinto en piedra que simulaba un gran cementerio con panteones y catacumbas. Poseía siete pórticos internos, los fallecidos que lo atravesaban debían dejar sus pertenencias en cada uno de ellos hasta llegar al salón principal donde aguardaba la Diosa Ereshkigal para emitir un juicio sobre esas almas.

Cada uno de estos pórticos eran custodiados por las legiones del Dios Neti, estos guardias son enormes escorpiones que vigilan cada pasillo, puerta y acceso al inframundo. También hay un guía que establece las pautas y guía a los fallecidos en el trayecto, esta es tarea del Dios Namtar, hijo y mensajero de la Diosa del Inframundo.

El Irkalla ofrecía una estancia terrible para los fallecidos, no había ningún tipo de alimento espiritual más que agua estancada en charcos y barro. Era un lugar frío y lúgubre. Tenía una ciudad con un templo, la que lleva el mismo nombre del Dios Dragon, Kur. Geográficamente ubicado en Nippur en aquel momento. Este lugar era considerado la casa de los muertos por las emanaciones de gas y las llamas intensas que estos provocaban.

Los antiguos sumerios que conocían las historias y leyendas que se predicaban tenían por costumbre llevar ofrendas a sus antepasados pues nadie quería que estas almas sufran y traigan ruina a los vivos con su dolor, llevaban comidas y bebidas a las tumbas, realizaban los ritos fúnebres adecuados para que su familiar fallecido viaje lo mejor posible al más allá. De ahí viene la tradición de honrar a los antepasados, darles ofrendas cada tanto para que sus almas estén en paz.

Por otra parte también existían otras deidades menores que arrastraban a los vivos al inframundo con pestes y enfermedades, estos eran llamados Gallu, eran siete en total. Eran encargados de equilibrar las cantidades de seres vivos en el mundo terrenal.

El Mito de Ishtar y Ereshkigal:

Uno de los mitos relata que Ishtar era hermana y amante del Dios Tammuz, quien había sido asesinado cuando se fue de cacería. Luego de su muerte Ishtar descendió al Irkalla para arrancarle a su hermana, Ereshkigal, el poder sobre la vida y la muerte. Después de darle instrucciones a su sirviente Papsukal, de que fuera a rescatarla si no regresaba, Isthar descendió a la tierra de las tinieblas. Comenzó valiente y desafiante, gritando al portero que abriera la puerta antes de que la echase abajo. Pero en cada una de las siete puertas era despojada de una de sus prendas, y con ellas se iba despojando de su poder, hasta que llegó desnuda e indefensa ante su hermana, dónde queda atrapada bajo su trono intentando salir, hasta que Ereshkigal se cobró su vida y colgó su cuerpo en un gancho. Esta parte del mito es una metáfora de que nadie escapa a la muerte, además de que los pórticos y la seguridad del mundo de los muertos no se hizo para que cualquiera atraviese, generando un desequilibrio en el mundo terrenal.

Con su muerte, todo el mundo comenzó a languidecer. Pero el fiel Papsukal llegó hasta los dioses y les pidió que creasen un ser capaz de entrar en el mundo de los muertos yresucitase a Ishtar con la comida y el agua de la vida. Así es como Ishtar volvió a la vida, pero tenía que pagar el precio: durante seis meses al año, Tammuz debe vivir en el mundo de los muertos. Mientras está allí, Isthar ha de lamentar su pérdida; en primavera, vuelve a salir y todos se llenan de gozo. Algunos consideran a esta leyenda como el origen de la llamada "Danza de los siete velos".

El Mito de Nergal y Ereshkigal:

Según una de las leyendas, los dioses querían celebrar un banquete, pero para que se mantuviera el orden cósmico, los dioses del Cielo, no podían bajar al Inframundo, ni los dioses del Inframundo podían subir al Cielo. Se decidió enviar a un mensajero para invitar a Ereshkigal, que no asistiría pero si enviaría un representante, que tomaría la comida divina que a ella le correspondía.

Ereshkigal eligió a su hijo el Dios Namtar, su ministro, para que estuviera en la celebración como su representante. Namtar, subió por la larga escalera al cielo y se presentó ante los dioses. Como representante de la gran diosa del mundo subterráneo los demás dioses se pusieron de pie ante él, y luego se arrodillaron para mostrarle su respeto. Sin embargo Nergal, el Dios de la Guerra, se quedó sentado, pues Namtar, no era de su agrado.

Esto fue tomado como una ofensa, y Nergal debía ser castigado. Enki decidió defenderlo y Nergal, fue enviado al inframundo, para pedir a la diosa un perdón. Sin embargo, antes de partir, el Dios Enki le llamó y le dijo que no aceptara un asiento en el Mundo de los Muertos, ni comiera de sus alimentos ni tomara de sus bebidas, no se lavara los pies y, lo más importante, que se resistiera a la tentación de unirse con Ereshkigal, aun siendo ella tan hermosa.

Acompañado por catorce demonios, siete para contener los pórticos y siete para hacer frente a los guardias de la Diosa, representaciones de plagas, y cargando un trono hecho de madera, como presente para la diosa, Nergal llegó hasta el Inframundo, pasó por sus siete puertas y se presentó ante Ereshkigal. La diosa se sintió atraída por Nergal y le ofreció un asiento, que el dios rehusó. Luego le trajeron comida y bebida, pero también las rechazó. Luego se le ofreció lavarle los pies, pero también se negó. Entonces, Ereshkigal fue a bañarse y permitió que Nergal viera un instante su cuerpo; él quiso resistirse, pero cuando la bella diosa se dejó ver nuevamente, cedió.

Se amaron durante seis días y seis noches, y el séptimo Nergal se levantó, alejándose sigilosamente de Ereshkigal, que estaba dormida, y atravesó las siete puertas del Inframundo para regresar al cielo. Cuando Ereshkigal despertó, descubrió la ausencia de su amante, y Namtar le informó sobre su partida. Al oír esta noticia, Ereshkigal, cayó de su trono y lloró con desesperación. Su fiel ministro se ofreció entonces para subir hasta el cielo y traer de vuelta a Nergal.

Namtar le busca pero no le reconoce, ya que Enki, con un conjuro había cambiado su apariencia. Namtar regresa con las manos vacías, diciendo que no había visto a Nergal, sino a un dios menor sin corona y que pestañeaba constantemente, lo cual era indigno de un Dios Importante. Ereshkigal se dio cuenta del engaño, y enfurecida decidió amenazarles con enviar a todos los habitantes de su reino a la tierra, hasta que el número de los muertos superara al de los vivos.

Nergal se levantó y volvió al Inframundo, rompió las siete puertas y llegó a los salones de Ereshkigal. La tomó por los cabellos y la alzó de su trono con furia, para decapitarla. Pero Ereshkigal le pidió perdón y le confesó su amor, además le ofrece compartir el mundo de los muertos como su consorte. Nergal que también era justo, reconoce su arrebato, acepta las disculpas y su pedido, desde entonces gobernaron juntos el Inframundo. Aunque Nergal abandona la mitad del año su morada en el Irkalla para volver en la mitad siguiente, porque el equilibrio del mundo se gesta en el conflicto, la guerra. Son rasgos característicos del ser humano que subyacen en los instintos de supervivencia.

El Culto a Ereshkigal:

Ereshkigal ("Reina de la Gran Tierra") era la señora del Irkalla, la tierra de los muertos o inframundo. En ocasiones también es conocida Ninkigal ("Gran Dama de la Tierra/Dama de la Gran Tierra"). Ereshkigal era la única que podía juzgar y crear leyes en su reino. Su templo principal se localizaba en Kutha.

Ereshkigal es el símbolo de la naturaleza durante el periodo no productivo del año, el otoño y el invierno. Mientras que su hermana Ishtar es el período fértil del año, la época de cosecha y esplendor, primavera y verano. Ereshkigal es conocida principalmente por dos mitos que expuse en los párrafos anteriores, que se cree que simbolizan el cambio de las estaciones. Los dominios de ambas hermanas están firmemente diferenciados, siendo uno el mundo terrenal, las preocupaciones humanas y otro el de los muertos o el más allá.

Aquellos que se ocupaban del Culto a la Diosa, eran los sacerdotes y aquellos que enseñaban los ritos fúnebres, el trato con los fallecidos que comunicaban mensajes de más allá. Practicantes de la necromagia y necromancia, sumos sacerdotes con larga experiencia. No cualquiera podía invocar su nombre, al día de hoy nos llegan papiros y algunas traducciones con sus ritos, hay muchos que se refieren a la videncia, la protección, la comunicación con el más allá y algunos tratos de maldición.

Ereshkigal enseña las artes de la seducción, la pasión, sobretodo a trabajar con el cierre de situaciones difíciles, los rituales de despojo y renacimiento. Las ritos de limpieza que requieren abandonar ciclos, morir en un plano para renacer en otro. Dar inicio a nuevas etapas. Ereshkigal es la dueña de la ira pero también del arrepentimiento, es una Diosa muy justa que ve absolutamente todo. Por esta razón es capaz de juzgar cada una de las almas que llega a su estancia. No se confundan y no le pidan tonterías, en la demonolatría Ereshkigal, esposa de Enlil (Baal) es conocida como Venus Obscura. Si bien se la considera dueña de la pasión desenfrenada y ciertos excesos no tolera que se la invoque por amarres y baratijas de ese estilo. Ereshkigal tiene un carácter orgulloso, e iracundo, no tolera la estupidez.

Un altar a la Diosa se corresponde con su sello, en el centro, su imagen sí la hay, velas negras dispuestas en gradas representando los niveles del Zigurat subterráneo.

Cuenco con tierra, copa con agua y un trozo grande de pan negro puesto por encima, símbolo de gratitud hacia los fallecidos. A la diosa le agrada que se le sirvan banquetes cada tanto, inciensos con aromas florales y frutales. Vino tinto en copa, carne fresca cuando se hacen tratos con ella.

Espero les haya gustado.

S’.’A’.’





29 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

ATENCIÓN

Comments


bottom of page