El espiral es probablemente el símbolo más antiguo conocido de la espiritualidad humana. Se ha encontrado en el arte rupestre durante miles de años en todos los continentes del mundo. Solo podemos especular sobre el significado religioso de las espirales, pero lo cierto es que a menudo se encontraban en tumbas. Es probable que la espiral tenga una conexión con el sol, que cada tres meses en su recorrido por el cielo repite la forma de la espiral.
El espiral se describe como un patrón de curvas rápido y creciente aparentemente interminable. Tiene varias acepciones. Tanto en humanidades, como en la geometría. Desde el punto de vista geométrico, la espiral es un punto plano cuya distancia al centro es proporcional al ángulo polar. Se mide con una ecuación matemática simple que versa r=aθ.
Muchas veces la espiral se confunde con las hélices, cuando muestran diferencias significativas. Los espirales son estructuras planas, mientras que las hélices son tridimensionales.
Los espirales son un fenómeno cultural. Están presentes en numerosos aspectos siendo figuras relevantes en algunas religiones, como el hinduismo. De hecho, es más común de lo que se cree y su simbolismo marca diferentes aspectos de la existencia.
En principio, un espiral es aquello que parece no tener fin. Son aquellos acontecimientos que van en creciente, como una situación que está afectando emocional y físicamente tu vida diaria, y por más que pasan los días no mejora.
Un símbolo ambivalente asociado con la vida y la muerte. Dado que puede relacionarse con un círculo e interpretarse como una imagen del despliegue de la fuerza vital, la espiral es un símbolo de la vida; ya que se puede comparar con una serie de círculos concéntricos que significan inmersión, la espiral es el símbolo de la muerte. En la antigua tradición griega, esta ambivalencia de la imagen se reflejaba en las ideas de un espiral constructivo, que se despliega en el sentido de las agujas del reloj y es un atributo de Palas Atenea como constructora del mundo, y una espiral destructiva, que se despliega en el sentido contrario a las agujas del reloj y es un atributo de Poseidón, enviando tornados de agua a la tierra. Espirales talladas en monumentos megalíticos representan un viaje a través de los laberintos del inframundo y dan la esperanza de un posible regreso desde allí. La forma espiral de las serpientes del caduceo, como otras espirales dobles, simboliza el equilibrio de los opuestos. El mismo significado está contenido en el signo taoísta "yin - yang", que es una especie de doble hélice. Las fuerzas opuestas visualmente presentes en los remolinos, torbellinos y llamas recuerdan la energía ascendente, descendente que se produce en la rotación de los astros, movimiento perpetuo que gobierna el Cosmos.
El espiral es una de las formas más frecuentes en todo lo que esta relacionado con la vida y nos transmite la idea de crecimiento, evolución y expansión. Un gran número de vegetales y animales crecen y se desarrollan en una serie de patrones relacionados directamente con la espiral. Desde el ADN, pasando por la concha y la piña, la Madre Naturaleza es una gran amante de las espirales. Es una de las formas más extendidas en la naturaleza: huracanes, embriones, galaxias, caracolas, remolinos, los cuernos de los animales, estamos rodeados de espirales en la cotidianidad. El espiral que combina la forma de un círculo y el impulso del movimiento, es también un símbolo del tiempo, los ritmos cíclicos de las estaciones, el nacimiento y la muerte, las fases de "envejecimiento" y "crecimiento" de la Luna, así como como el mismo Sol.
El símbolo del espiral aparece en todo el mundo dentro del arte, la religión, la mitología, los cuentos populares y los sueños. La espiral simple no deja de ser una linea curva que va creciendo desde o hacia su propio centro.
El espiral doble combina los dos opuestos en un solo símbolo y es otra de las formas con las que la naturaleza se manifiesta y se desarrolla. Estamos ante la involución y evolución a escala cósmica, donde muchos lo relacionan con el símbolo del laberinto. Son los dos sentidos de la dualidad de nuestro Universo, lo que en Oriente llaman «kalpa y pralaya», el nacimiento y la muerte, la muerte iniciática y su posterior renacimiento en un ser transformado. La doble espiral es el trazado de la linea media del yin-yang que separa las dos mitades de la famosa figura. Es una excelente forma de plasmar el ritmo alternativo de todos los seres vivos para experimentar la dualidad de forma equilibrada.
A este último también lo encontramos en uno de los símbolos más antiguos y difundidos en muchas culturas. Nos referimos a la doble serpiente del Caduceo, la doble hélice alrededor del bastón brahmánico con el doble movimiento de las «ñadi» alrededor de la arteria central llamada «sushumna». Tanto en el Caduceo como en el bastón brahmánico nos presentan la misma idea y concepto: el equilibrio existente entre las dos polaridades de las corrientes cósmicas.
Algunas de las espirales antiguas más famosas se encuentran en Newgrange en Irlanda. Es un gran montículo construido por humanos con piedra y tierra. Se usó al menos parcialmente como tumba, pero también puede haber tenido otros propósitos.
Muchas personas sugieren que las espirales son representativas del ciclo de renacimiento o como un símbolo de una diosa madre,que en los últimos tiempos ha estado fuertemente asociada con cámaras subterráneas,que se interpretan como matrices simbólicas. El simbolismo de la espiral celta, evoca la evolución de una energía, una forma o un estado. La imagen de la La espiral se relaciona con una idea de ritmo y progresión circular y ascensional.
Revela un principio de perpetuidad velado por las apariencias del movimiento. Se trata de la permanencia del ser en la movilidad de un mundo efímero.
Las tribus celtas viajaban y esta teoría coincide con otras tribus migratorias que usaron los mismos símbolos a miles de millas de distancia. También hay un enlace al agua. La espiral, produce naturalmente en forma de ondas y otras culturas han usado la espiral para representar el agua. Se sabe también que los celtas utilizaban estos símbolos principalmente para alejar la maldad de su entorno, cambiando el destino si este fuera malo.
