Mitología
Leto estuvo una vez entre las deidades más respetadas de la antigua Grecia, aunque hoy en día su nombre no se encuentra entre los más conocidos del panteón griego.
Leto era la diosa griega de la maternidad y la modestia, pero la reverencia que alguna vez tuvo se debe principalmente al hecho de que Leto era la madre de dos deidades importantes, Apolo y Artemisa.
Leto fue considerada como una titánide de segunda generación, ya que la diosa griega era hija de Coeus y Phoebe, que eran titanes de primera generación. Coeus y Phoebe también fueron padres de Asteria y Lelantos.
Leto podría considerarse contemporáneo de Zeus, ya que Zeus, aunque se le llama olímpico, también nació de la primera generación de titanes; en su caso Cronos y Rea.
Leto y Zeus
Coeus y Phoebe perderían su estatus prominente cuando Zeus derrocó el gobierno de su padre y los otros titanes durante la Titanomaquia, pero como Leto no había tomado partido durante la guerra de los diez años, se le permitió después vivir libremente.
La libertad que se le dio, quizás también tuvo algo que ver con su belleza; porque Zeus ciertamente estaba enamorado de la belleza de su prima. A pesar de que se decía que estaba casado con Hera en este momento, Zeus actuó según sus impulsos, seduciendo y durmiendo con Leto. Inevitablemente, Leto quedaría embarazada de Zeus.
La ira de Hera
Hera se enteró del embarazo de Leto antes de que la diosa pudiera dar a luz, y Hera rápidamente se dedicó a tratar de evitar que la amante de su esposo diera a luz.
Hera advirtió a toda la tierra y el agua que no debían dar santuario a Leto, evitando que la diosa diera a luz. Hera también cubrió la tierra con una nube, ocultando a Eileithyia, la diosa griega del parto, el hecho de que se requerían sus servicios.
Hera también decidió acosar a Leto aún más y empleó a Python, la monstruosa descendencia de Gaia, para perseguir a Leto, sin darle a la diosa un respiro de sus dolores de parto.
Leto encuentra refugio
Leto sería perseguido por todo el mundo antiguo, pero eventualmente Leto llegó a la isla flotante de Delos, y la isla accedió a darle refugio, ya que Leto prometió transformarla en una gran isla.
En ese momento, Delos no se consideraba tierra ni agua, por lo que no iba específicamente en contra de la proclamación de Hera, pero cuando Leto la tocó, la isla flotante de Delos se conectó con el fondo del océano y dejó de flotar. Al mismo tiempo, lo que había sido una isla yerma, se transformó en una isla paradisíaca.
En la mitología griega hay una razón adicional por la que Delos dio santuario a Leto, ya que la isla también se llamaba Ortigia y Asteria, y era una de las máscaras de camuflaje de la Diosa Asteria, la hermana de Leto. Asteria se había transformado para escapar de los avances lujuriosos de Zeus anteriormente.
Leto da a luz a Artemisa y Apolo
Leto había encontrado un lugar seguro para dar a luz, rápidamente dio a luz a su hija la Diosa Artemisa, señora de la caza, se dice que Artemisa ayudó a Leto a dar a luz a su propio gemelo, pero hubo una diferencia de nueve días y noches entre ambos nacimientos. Sin embargo, Eileithyia descubrió que se requerían sus servicios, y llegó a Delos para cumplir servicios como partera, entonces Leto dio a luz al Dios Apolo. Por todas las proezas y peripecias que atravesó Leto fue considerada la Diosa de la Maternidad.
Leto y Tityos
El Apolo recién nacido se vengaría del monstruo que había acosado a Leto, porque cuando solo tenía tres días de nacido, obtuvo un arco y flechas hechos por Hefesto, donde mata a Python, y al hacerlo se convirtió en el Patrono de Delfos. Apolo es también la estrella de la mañana, su presencia significa el fin de los problemas, la luz que vence a la oscuridad.
Más tarde, la propia Leto viajaría a Delfos, pero resultó ser un camino peligroso para la diosa, porque en el camino estaba Tityos, el gigantesco hijo de Zeus y Elara. Tityos intentaría secuestrar a Leto, quizás a instancias de Hera. Sin embargo, antes de que Leto pudiera dejarse llevar, Artemisa y Apolo escucharon el sonido de la lucha entre la diosa y el gigante, quienes corrieron a ayudar a su madre.
Por intentar secuestrar a Leto, Tityos sería castigado en el Tártaro, ya que dos buitres se alimentarían de su hígado mientras yacía tendido en el suelo.
Leto y Níobe
Leto es una figura prominente en la historia de Níobe, la hija de Tántalo, porque cuando Níobe era reina de Tebas, se jactaba temerariamente de ser mejor madre que Leto; porque Leto había dado a luz solo dos hijos, mientras que Niobe tenía siete hijos y siete hijas.
En algunas versiones del mito, Leto se sintió tan ofendida por la jactancia de la reina mortal que llamó a sus propios hijos para vengarla. Así, Apolo y Artemisa llegaron a Tebas y Apolo matarían a los hijos de Níobe y Artemisa a las hijas. Solo una hija sobreviviría, Cloris, porque esta hija le había rezado a Leto.
Leto y los campesinos licios
Leto se asociaría estrechamente con la región de Licia y, de hecho, se decía que Licia era el hogar de la diosa.
Ovidio, en las Metamorfosis, cuenta la llegada de Leto a Licia, poco después del nacimiento de Apolo y Artemisa. Deseando limpiarse en un manantial local, Leto llegó a la orilla del agua. Antes de que Leto pudiera bañarse en las aguas, llegaron algunos campesinos licios y expulsaron a la diosa, porque los campesinos licios tenían ganado que deseaban beber del manantial.
Posteriormente, algunos lobos guiarían a Leto por las aguas purificadoras del río Xanthus, y una vez que pudo refrescarse, Leto regresó al manantial y convirtió a los campesinos en ranas que tendrían que permanecer para siempre en el agua.
Leto y la Guerra de Troya:
Durante la guerra de Troya, se decía que Leto estaba aliada con la causa troyana, al igual que Apolo y Artemisa. Leto, por supuesto, tenía una estrecha asociación con Licia, que también fue aliada de Troya durante la guerra. Incluso se dijo que Leto se enfrentó a Hermes en el campo de batalla de Troya.
Leto fue responsable de curar las heridas de Eneas después de que Apolo rescatara al defensor troyano. Leto también es menciojnada en la historia de Orión, pues se decía que era compañera de su hija Artemisa cuando cazaba.
Leto también pidió clemencia para Apolo cuando Zeus amenazó con arrojarlo al Tártaro, después de que Apolo mató a los cíclopes.
Leto fue venerada a lo largo de la costa de Anatolia. Era la diosa principal de Licia, la Tierra de los Lobos, en la actualidad, Turquía. Los licios hablaban una lengua emparentada con el hitita y eran el puente cultural entre Grecia y la costa levantina. Un mito dice que Hera persiguió a Leto con sus hijos a Licia inmediatamente después del nacimiento. Sin embargo, otra versión del mito dice que el nacimiento realmente tuvo lugar allí, y no en Delos. En Licia, Leto era considerada una Gran Diosa Madre similar a Kybele o Asherah.
Leto fue adorado como guardián de las familias, las madres y los niños. Como diosa de la tumba, su protección se extiende hasta el reino de la muerte. (Los lobos se encuentran entre las criaturas que tradicionalmente se cree que pueden atravesar los límites entre los reinos de la vida y la muerte).
Otros nombres para la Diosa Leto:
Latona, en Roma
Animales Sagrados:
Codorniz, Gallo y el lobo.
Lugar Sagrado:
El Templo de Leto, llamado Letoon, era el santuario más importante de Licia. Las ruinas aún son visibles. Leto fue venerada aquí junto a Artemisa, Apolo, y las Ninfas. Cada uno poseía su propio templo dentro del complejo; el más grande estaba dedicado a la Diosa Leto. El templo de Leto se remonta al siglo V a. C.
Color del Altar: negro.
Colores de velas: negro y azul.
Inciensos: loto y nenúfares.
Ritos y rituales que se pueden trabajar con la Diosa Leto:
Ritos para proteger el embarazo y propiciar un buen parto, pedir la fertilidad y la salud femenina, protección a los niños recién nacidos y hasta la primer infancia.
Leto es accesible a todas las mujeres que piden su amparo, pero recuerden que es una madre celosa y si no tienen respeto por sus hijos ella no los escuchará, hasta quizás castigue su insolencia. Porque ella trabaja en conjunto con sus hijos.
Espero les haya gustado
S’.’A’.’
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