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DIOSA GRIEGA GAIA:

Gaia, Gaya, Gea (Γαῖα, en griego antiguo) es la personificación de la Tierra y fuerza primordial en la mitología griega. Emergida del Caos, Gea es considerada Diosa Suprema o Gran Madre tanto por inmortales como mortales; todas las diosas y dioses son descendientes de ella y de su unión con Urano (el Cielo) y Ponto (el Mar). El equivalente romano a Gea es Terra o Tellus Mater. Gaia, a menudo venerada como la Madre Tierra, simboliza la interconexión de todos los seres vivos. Inspirándose en la mitología griega antigua, Gaia es la diosa primordial que dio a luz a los titanes y dio vida al mundo. En tiempos modernos, la Gaia es adoptada por practicantes de diversos senderos espirituales como la fuerza que representa al elemento Tierra y también el arquetipo de Madre.

La Diosa Gaia fue la primera en supervisar el Oráculo de Delfos y, a veces, advertía a otros sobre las profecías que había recibido. Un claro ejemplo fue cuando Zeus derrotó a su padre, Cronos, y a los titanes gracias a la ayuda de Gea; sin embargo, ella se volvió en contra de Zeus y envió a su monstruoso hijo, Tifón, para que lo derrotara.

En un principio, el oráculo de Delfos le pertenecía a Gaia, quien luego se lo cedió a sus hijas Themis y Febe, finalmente terminó en manos del Dios Apolo, quien se construyó un templo. Pausanias (que vivió entre el 115 y el 180 d.C., aproximadamente) menciona en su Descripción de Grecia que la Diosa Gaia designó a Dafne, una ninfa de los árboles, como pitonisa.

De acuerdo con la Teogonía de Hesíodo (c. 700 a.C.), Gaia nació del Caos (el gran vacío) y de ella nacieron Urano (el Cielo), los Oreos (los Montes) y Ponto (el Mar). Se casó con su hijo Urano y juntos tuvieron a los doce titanes (Océano, Ceo, Crío, Hiperión, Jápeto, Tea, Rea, Themis, Mnemósine, Febe, Tetis y Cronos). Gaia también dio a luz a los tres cíclopes de un ojo (Brontes, Estéropes y Arges) y a los tres Hecatónquiros, los Gigantes con cien brazos y cincuenta cabezas (Coto, Giges y Briareo). Con Ponto, Gaia tuvo a las deidades marinas Taumante, Forcis, Ceto y Euribia. Todas las deidades notables son descendientes de Gaia.

Gaia y Cronos:

 El Dios Urano no quería ser destronado por sus hijos entonces decidió enterrarlos en las profundidades de la tierra. Su madre, Gaia sufría profundamente ante el tratamiento que recibían sus hijos y decidió formar un plan para destruirlo.

 En el que se propuso producir un acero muy brillante para luego forjar una enorme hoz que utilizaría como arma contra su consorte. Ella explicó a sus hijos la estratagema, pero sólo su hijo Cronos, tuvo el valor de entrar en acción.

Cronos, se ocultó en los aposentos de su madre y esperó a que su padre llegara. No tardó en llegar un lujurioso Urano buscando su esposa; Cronos esperó el momento correcto y blandió la hoz, cercenando los genitales de Urano, y los arrojó al mar. La sangre que manaba cayó sobre Gea y dio a luz a las Furias (Alecto, Tisífone y Megara), los Gigantes y las Melias (ninfas de los fresnos).

Cronos se casó con su hermana Rea; tanto Gaia como Urano le advirtieron que él también sería destronado por su hijo. Por lo tanto, a medida que nacían, Cronos se tragaba a cada uno de ellos. Rea, que estaba embarazada, buscó la ayuda de Gaia, quien la ayudó a huir a Creta, donde nació Zeus.

 Zeus junto a sus hermanos se enfrentaron a Cronos y el resto de los titanes en la batalla conocida como Titanomaquia.

Una vez que el Dios Zeus y sus hermanos derrotaron y desterraron a los Titanes al Tártaro, Gaia envió a sus hijos, los Gigantes para que tomaran venganza contra los olímpicos. Entonces, un oráculo advirtió a los olímpicos que solos no podrían derrotar a los Gigantes, sino que necesitarían la ayuda de un mortal que sería invencible al consumir una hierba mágica. Cuando Gea se enteró de la profecía, se dedicó a buscar la hierba; sin embargo, Zeus impidió que lo lograra al ordenar a Eos (el Amanecer), Selene (la Luna) y Helios (el Sol) que no brillaran para que él pudiera hacerse con la hierba.

La profecía se cumplió cuando las deidades destruyeron a los Gigantes con ayuda de Heracles (Hércules). Para vengarse Gea se unió con Tártaro y dio a luz a su hijo más joven, Tifón, el monstruo más grande que jamás haya existido. Tifón luchó con Zeus, pero fue derrotado y enterrado bajo el volcán Etna.

 

Otras fuentes indican que Apolo le robó el oráculo a Gaia luego de haber matado a Pitón, la serpiente que custodiaba el oráculo de Delfos. Aun luego de perder el oráculo de Delfos, se le consultaba a Gaia en calidad de oráculo en la localidad griega de Egira, ubicada en Acaya, donde la sacerdotisa bebía sangre de toro, lo cual era venenoso para otros mortales.

Del mismo modo que Gaia había profetizado que Cronos sería destronado por su hijo, también profetizó que Zeus y su esposa Metis tendrían una hija tan fuerte y sabia como su padre, y un hijo que tomaría el lugar de Zeus como rey de las deidades. Zeus se tragó a Metis para prevenir que la profecía se volviera realidad; sin embargo, Metis ya estaba embarazada de su hija, quien nacería de la frente de su padre: Atenea, diosa de la sabiduría.

 

CULTO A LA DIOSA GAIA:

En el siglo VI a.C. surge y se populariza el orfismo, un movimiento religioso que recoge lo aprendido por el legendario héroe griego Orfeo en sus descensos al inframundo. Según el orfismo, Cronos (el Tiempo) dio origen a la Tierra; de Cronos nacieron Éter (el Destello), Caos y Érebo (la Oscuridad). Cronos fabricó un huevo dentro de Éter del que eclosionó Fanes: el creador de todo lo que existe. Fanes dio a luz a Nix (la Noche), con quien se unió para tener a Urano y Gaia.

Un himno órfico está dedicado a la diosa Gaia, en el cual se la denomina “Madre de los hombres”, la que da alimento y todo lo necesario. Es eterna y reverenda, creadora de todo: frutas, flores, césped, lluvia y estrellas. Mientras que en el Himno homérico a Gaia, se la denomina “Madre Universal.”

“Voy a cantar a la Tierra, madre universal, de sólidos cimientos, la más augusta, que nutre en su suelo todo cuanto existe. Cuanto camina por la divina tierra o por el ponto, o cuanto vuela, se nutre de tu exuberancia.

Por ti se vuelven prolíficos y fructíferos, soberana, de ti depende dar la vida o quitársela a los hombres mortales.

¡Afortunado aquel al que tú honras, benévola de corazón! A él todo se lo presenta en abundancia.”

(Los Himnos homéricos: himno a Gaia, Madre Universal, 30.1-10)

 

En Descripción de Grecia, Pausanias indica que había tierras consagradas a la Diosa Gaia en Atenas, cerca de una estatua de bronce de Zeus y un templo dedicado a Cronos y Rea. En Ática había un altar dedicado a Gaia, que los áticos denominaban la “Gran Diosa.” En Patras había una estatua de Gea sentada, ubicada cerca de las ermitas de Apolo y Afrodita, y un santuario de Deméter. En Aigai (ubicado en Vergina), había un santuario dedicado a Gea la de amplio seno: se trata de uno de los ídolos de madera más antiguos. La sacerdotisa que se encargaba del templo tenía que ser casta y beber sangre de toro para determinar si lo que se decía era verdad.

En Tegea, en la antigua región de Arcadia, se hallaba un altar a Gaia al lado de un santuario a Ilitía. También había otro altar Gaia en Olimpia; estaba hecho de cenizas y, originalmente, era el sitio de un oráculo de la Tierra. En Esparta, se encontraban santuarios dedicados a Gaia en Laconia.

La Diosa Gaia en la Alta Magia:

Madre Gaia, regente del elemento tierra, es la personificación de la Tierra misma.  Dadora de Vida, madre de todos los dioses, los hombres, las plantas y todas las criaturas que habitan el planeta. Así como es dadora de vida, también proporciona la abundancia en todo aspecto, desde volver fértiles las tierras para sembrar hasta volver próspero un negocio local.

La Diosa Gaia también propicia la fertilidad en las mujeres y otorga el hogar físico, a ella también se le puede pedir tener una morada a cambio de rendirle culto como es adecuado. Ella otorga un hogar a todos los animales de la creación porque así es el orden de la Naturaleza.

Gaia es patrona del Signo Zodiacal Cáncer, favorece a todos los nativos y no hace falta ser practicante para invocarla, una persona común puede pedir su amparo siempre que lo haga con fe y dedicación.

Prepare un altar con mantel negro o de algún color terroso que sea oscuro. La imagen de Gaia en el centro, puede ser una imagen impresa o una estatuilla.

Coloque frente a ella un cuenco con agua y tierra, mezcle con las manos el contenido hasta formar barro. Encienda alguna vela verde para alumbrar, encienda un incienso de pachouili o lavanda y diga lo siguiente:

“Ayúdame (nombra tu solicitud). Oh, Madre del Universo, madre de los titanes, Gran Gaia, Cthonia, acude a mi llamado.”

Al consumirse el incienso puede apagar la vela, repita al día siguiente el ritual hasta tener resultados, el altar debe estar fijo en un lugar para crear una constante de energía. La tierra puede humedecerse de nuevo cuando se seque.

Algunas hierbas que se pueden utilizar para defumación:

Romero, lavanda, pachouli, tomillo, albahaca, diente de león, manzanilla.

Cristales que puedes tener en el altar:

Aventurina verde, ágata musgosa, cuarzo ahumado, turmalina negra, citrino, hematite, rodonita, ágata de árbol.

Colores que puedes utilizar: verdes terrosos, así como verdes saturados y brillantes, marrones, ocres, amarillos desaturados, blancos, grises y borravinos.

Ofrendas: pan, leche y miel. Hay rituales en los que se deja dinero metálico y las velas con las que se trabajó.

Herramientas del altar: cuenco, caldero, átame y piedras.

Símbolos:

Toda simbología que se utilice para invocar a la tierra, sean de la cultura griega o no. Puede combinar símbolos de otros egregores o si trabaja sigilos personalizados también puede incluirlos en el altar. Para un practicante experimentado o profesional las posibilidades son infinitas.

Espero les haya gustado:

S·.·A·.·

 

 



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